La CGT no quedó conforme con la propuesta realizada a fin de año por Sergio Massa para frimar tácitamente un acuerdo con el movimiento obrero que no subiera los sueldos de los trabajadores registrados por encima del 60% para todo el 2023. La idea de los sindicalistas es establecer un régimen de “Salarios Justos” como el gobierno hizo con los precios.
En la reunión se hablará de la expectativa de una convergencia a lo largo del año entre los valores de la canasta básica con subas mensuales de 3,2% y de los salarios con actualizaciones promedio de 4% en los mismos períodos.
De ese modo, siempre que los precios redujeran la dinámica inflacionaria de los últimos meses, Massa intentará seducir a los dirigentes con un sendero simultáneo de recuperación del poder adquisitivo, según indicó el medio Ámbito.
La propuesta que llevará el ministro a la CGT será un modelo de paritaria como el alcanzado por los municipales porteños (Sutecba) con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, por un aumento salarial de 60% en siete tramos y con revisiones periódicas.
Pablo Moyano fue uno de los que se pronunció respecto a la medida que busca aplicar Massa, e hizo saber que será dificultoso que muchas organizaciones acepten una pauta anual de 60%, y Gerardo Martínez, un referente de los “independientes” de buen diálogo con todos los gobiernos y que sin embargo indicó que la CGT no negocia paritarias ni acepta “intromisiones” del Poder Ejecutivo.
Las razones para la poca receptividad de la pauta salarial son variadas y van desde la más elemental, que contrasta la iniciativa oficial con la dinámica de precios indomable de los últimos meses, hasta otras de difícil admisión en público como la falta de cumplimiento por parte de Economía de los desembolsos comprometidos para las obras sociales sindicales a fin de año.