BARRIONUEVO EMBARRA LA CANCHA IMPULSADO POR EL MACRISMO

El polémico gastronómico aliado tradicional del neoliberalismo de Macri y Menem, lanzó su propia candidatura como reemplazante del tercer triunviro de la CGT, queriendo romper con un proceso de gestación de unidad que lleva más de dos años.
A menos de
24 horas de la elección del nuevo concejo directivo de la central obrera, Luis Barrionuevo,
enfrenta un problema interno de representatividad en su propio sindicato de
gastronómicos, por una deuda millonaria generada tras el divorcio con su ex
esposa Graciela Camaño.
Esto lo
llevó a presentar una lista opositora a quien siempre había sido su aliado interno
y ex cuñado Dante, quien asegura que no le dan los números para sacarlo de la
Seccional Capital de UTHGRA.
Con esta falta
de apoyo en sus propias bases, generó la bronca y el rechazo del resto de los
líderes de la CGT que afirman que “no tiene los suficientes avales para
intentar sostener a Carlos Acuña, ni tampoco permanecer dentro de la CGT
unificada”.
Quienes lo
conocen saben que “es su modus operandi”, cada vez que se discute poder en la
política o en el sindicalismo, pero no le aseguran un final feliz y adelantan
que quedará como en el pasado, con una CGT AZUL y BLANCA, aliada a Juntos por
el Cambio, lo que le valdría un abandono de los supuestos popes sindicales que
hoy lo estarían apoyando.
Hasta el
mismo Carlos Acuña, estaría cansado de su lugar y prefiere mantener la atención
en su propio gremio, que quedó acéfalo administrativamente con la muerte del
Secretario Adjunto Marcelo Guerrero quien conocía todos los recovecos del
Soesgype.
El líder de
los estacioneros, no quiere hoy dejar de lado tampoco su esfuerzo en recuperar
votos en su municipio de Guernica, bastión de Sergio Massa, donde gobierna Blanca
Cantero, quien es su esposa.
“Estamos
sacando a los delegados a militar para dar vuelta la elección y necesitamos
líderes obreros que cuiden los derechos adquiridos, pero parece que algunos hoy
están más preocupados por sus finanzas y egos personales y buscan estar en la CGT
para ponerla al servicio del neoliberalismo”, lamentaron altas fuentes sindicales
a EL DELEGADO.